Julio Argentino Roca llevaba las riendas cuando la Argentina ingresó al siglo XX. Durante aquella segunda presidencia del tucumano (1898-1904) el país logró sacudirse de las crisis políticas que habían tumbado a sus predecesores, mientras el modelo económico agroexportador y sus beneficiarios vivían tiempos dorados. Pero un nuevo escenario estaba configurándose, con otros actores y otros horizontes. De ellos nos ocuparemos en capítulos venideros.

El 11 de marzo de 1900 se celebraron las primeras elecciones de medio término en ese período, pleno roquismo y hegemonía del Partido Autonomista Nacional. Tucumán renovaba dos bancas; una fue para el médico Pedro Lacavera -reelegido en el cargo- y la otra para Federico Helguera (h).

Sobre Lacavera nos extendimos en el capítulo previo, mientras que Helguera era hijo del ex gobernador de la provincia del mismo nombre, por lo que algunas reseñas suelen confundirlos.

Hubo además una votación complementaria en septiembre de 1901 para cubrir el escaño de Marco Aurelio Avellaneda, quien renunció a la Cámara Baja para ocupar un cargo en el Gobierno nacional. Ramón Torres fue el elegido.

El 9 de marzo de 1902 se realizó la segunda elección de medio término, en la que Tucumán renovaba cinco bancas. Las obtuvieron figuras de alto perfil: Juan Posse, Silvano Bores, Amador Lucero, Ernesto Padilla y Alberto de Soldati.

Dos de ellos murieron en el ejercicio del cargo: Bores el 17 de marzo de 1903 (lo reemplazó Alejandro Del Carril, en elección complementaria organizada cuatro meses después) y Posse el 20 de enero de 1904 (ocupó su lugar Eduardo Elordi, también tras elección complementaria). Para Posse, ex gobernador y fervoroso caudillo de la política provincial, fue el fin de una extensa carrera.

Biografía

A la figura de Soldati la estudió en profundidad su nieto, el historiador Carlos Páez de la Torre (h), autor de una biografía en la que narra los esfuerzos de su abuelo por dotar a Tucumán de una red sanitaria a la altura de los tiempos que corrían. Soldati renunció a la banca en junio de 1904 (lo reemplazó Manuel Martínez, tras otra elección complementaria).

Julián Murga: un soldado al Congreso

En cambio, para Padilla todo estaba por hacerse. Sería gobernador, cuatro veces diputado nacional y, muchos años después, ministro de Justicia de la Nación. Pero si algo se recuerda de su primer paso por el Congreso fue su rechazo a la ley de divorcio que impulsaba el propio Roca. Lideró la oposición a esa norma, denunciándola como un ataque al “alma nacional”. Y ganó la partida.